martes, 25 de septiembre de 2012
Cuando la evolución te reta a un duelo
El gancho pendulante dejó de sentirse hace tiempo, solo queda el colgajo de piel maloliente acechado por las moscas. Los ojos entrecerrados que buscan a alguien entre la multitud, ¡como si realmente pudiera! La mente vuela por un agujero de gusano hacia otros tiempos, un mundo moderno lleno de casas altas, grises. El aire también es gris, al igual que las personas. La comida es gris, grises son los caminos, las plazas. Los corazones son grises, y se van pudriendo adentro de los pechos sin la luz del sol. Almas marchitas derretidas, cuerpos mecánicos del mundo gris que se mueve sobre si mismo, girando en una espiral hacia la nada.
Levanto la cabeza. Veo un gancho, es mi gancho color plata que me sostiene de la inminente caída. Lo único que tengo que hacer es soltarme, prepararme para el impacto y seguir. Pero el tirón de piel me aterra, aunque se que es la única manera. ¿Para qué seguir respirando en una vida aburrida, sin sentido? Cuando descubrís el objetivo del juego y te das cuenta de que te desviaron para que seas el eslabón más bajo de la cadena alimenticia energética, ¿Qué hacer? "Vayan a la escuela, miren fijamente a sus profesores y díganles: no me coman".
Hay dos polaridades. Los STS se sirven de nosotros para sobrevivir, generan este sistéma de caos y confusión, de odio, rencor, egoísmo y baja autoestima, de confrontación constante, porque ese es su manjar más delicioso. Pero en su semi cuerpo etérico no les resulta tan fácil, así que los portales orgánicos que comienzan a dar sus pasos por 3D les alquilan (¿o son usurpados?) sus cuerpos físicos para tales fines. Así, llegan a los altos mandos políticos, religiosos y sociales, creando un sistema ideal cual granja de permanente alimento energético. Quiéramos o no, seguimos siendo comida. El problema es que son muchas veces invisibles para nosotros, y claramente más evolucionados, aunque tengan otra polaridad. A nosotros nos queda elegir de que lado queremos jugar y hacerles frente de igual a igual cuando nos graduemos a 4D.
La historia sigue. Los tiempos utilizados son increíblemente grandes para nuestra noción tan humana, y esto a veces puede ser desesperante. La clave es la paciencia. Escapa de la vida, o al menos de una vida terrestre. Es como un gran juego de rol en donde vamos subiendo de niveles, cambiamos de escenarios, de armaduras, de armas, de ciudades, adaptándonos al nivel evolutivo que vamos alcanzando. A su vez vamos enfrentando a otros monstruos, cada vez más poderosos, pero siempre tratando de mejorar y aprendiendo nuestras lecciones, que varían según la densidad.
¿Qué pasa ahora? ¿Cuál es el próximo paso a seguir? Primero, darse cuenta. Puedo ver que los objetivos están por allá y yo voy caminando a la deriva por cualquier lugar. Si bien es cierto que siempre le di importancia a mi evolución personal, y que sigo leyendo acerca de estos temas, la realidad marca que mis acciones se automatizaron y se están afianzando en el sistema y en la matrix. Basta. Estoy cansado de que nos hagan creer que lo más importante es estudiar mucho para "ser alguien", para conseguir un mejor trabajo que te esclavice de por vida y venderle tu tiempo a una empresa que se caga en tus intereses. Luego te casas, tenés hijos, les enseñás a insertarse a la perfección en un sistema y una sociedad cada vez más enferma y psicópata. ¡Oh si, qué buen alumno que es, y tiene una carrera brillante! ¡Aplausos, vamos a darle un premio!
Triste. De nada sirve ese conocimiento superficial cuando la esencia sigue escondida ahí adentro, juntando telarañas. Estamos expuestos a todas esas ondas de negatividad, de servicio a uno mismo, creando el alimento para quienes nos dominan. Expuestos a una mala alimentación, a todo lo que es superficial, a vivir todos amontonados, a apropiarse de todas las cosas que podamos, a marcar territorio y defenderlo con la vida (muchas veces ni siquiera la propia), a un mar de ondas electromagnéticas, un mar que en cualquier momento nos va a tapar. ¿Escapar es una solución? Veamos.
Escapar. ¿Escapar de qué? ¿De todo eso que nos hace mal? ¿Qué es escapar? ¿Irse hacia adentro de uno mismo es escapar? ¿O es encontrar, llegar? Adentro está el tesoro, el Sol. Salir de la contaminación, limpiarse por dentro, creo que es totalmente necesario. ¿Cómo puedo ayudar a alguien más si yo no tengo respuestas, si yo también estoy contaminado? Uno no puede dar lo que no tiene. Con la llave se pueden abrir las puertas, por más oxidadas que estén. En este momento irme por un buen tiempo es lo mejor que puedo hacer, por mí y por todos los que entren en contacto conmigo. Es simple, o limpias o contaminás. En este estado, con esta indiferencia hacia la vida, con esta falta de emoción, con un día a día tan lleno de nada, lo único que estoy haciendo es dejar mis desperdicios desperdigados por todos lados. No es justo, ni para ustedes ni para mi. Es lo más noble que puedo hacer, tratar de aprender, ser una mejor persona. Contagiar vida, que es la carencia más acentuada de la humanidad.
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Una de las entradas mas lindas que leí en mi vida. "Adentro está el tesoro, el Sol!"
ResponderEliminarGracias, me alegro que te haya gustado! Una pregunta de curioso, como llegaste aquí?
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