miércoles, 25 de mayo de 2011
Metamorfosis
Quiero escribir como antes. Quiero volver a tener paz. Quiero tener una mejor vida. Quiero viajar. Quiero ser feliz. Quiero. ¿Qué está sucediendo? Un hacha en mi cabeza, y así voy caminando todos los días, quizá a ninguna parte. Los ojos, los oídos, la garganta, la nariz, en donde están? ¿Acaso perdí los sentidos? ¿Los estoy perdiendo de a poco? ¿Se está apagando mi humanidad? Cada día me siento más fuera de lugar, no pertenezco aquí. ¿Qué hago en la Tierra? No soy tan humano, este no es mi mundo, no es mi realidad. Sentidos perdidos, pero los que solía tener no volvieron. Quiero que vuelvan. Mi cabeza está insoportable, no la quiero más. La cambio por otra cosa, no se, un faro. Cíclope, en la costa mirando al mar. Quizá eso tenga más sentido.
Sin amor, sin odio, sin penas, sin alegrías, todo es neutral, todo es gris. Nada motiva, nada me interesa. En el fondo si, pero no puedo sacarlo a la luz. Está muy adentro, y hay que cavar bastante para rescatarlo. ¿Para qué estoy en este mundo? Me parece tan irracional, tal vez es así, no tiene por que pasar por la razón. ¿Pero por dónde entonces? Mi corazón desapareció, se esfumó, y mi cabeza va camino a eso. Mis sentidos se desprenden de mí, se alejan. Queda un cuerpo inerte, sin vida, esperando la metamorfosis.
miércoles, 18 de mayo de 2011
Nos vemos del otro lado
Un viaje de autodescubrimiento para que mi mano vuelva a ser guiada por ello.
¿Será eso lo que tengo que hacer en San Luis? Si tan solo mis sentidos salieran de este letargo, si pudiese oír con claridad la voz que solía hablarme a diario, esa voz insistente que me empujaba hacia adelante como el elefante, la que me hacía aprender rápidamente, la que me daba los espasmos de felicidad.
Se que debo desprenderme de todo, de todos y de mi mismo, y la única respuesta que encuentro es viajar. ¿Es idea mía o de ellos? Ya me vi envuelto en este dilema en el pasado y la respuesta es la misma: no importa. De cualquier forma debería hacerle caso, yo soy un viajero que no está viajando. Eso es totalmente incoherente, contradictorio. ¿Cómo voy a seguir si no cumplo con los pasos intermedios? ¿Será que siempre encuentro excusas? ¿O es que quiero escapar? Veámoslo por este lado. Si quiero escapar es porque evidentemente no me agrada la realidad que estoy viviendo. Y si no me siento a gusto es porque mi vida actual no es compatible con la vida que quiero. ¿Cuando voy a hacer el cambio entonces? ¿En unos años, cuando me reciba, cuando tenga un trabajo estable, cuando? ¿Mañana? Perdí naturalidad, espontaneidad, frescura. Yo se que el mejor momento para actuar es ahora. Bien. Pero la sociedad, y me refiero más que nada a grupos sociales cercanos como la familia, los amigos, los compañeros, limitan. Cortan alas. ¿Debo escucharlos? ¿Tengo que seguir cursando porque es mi "trabajo", mi deber, mi futuro? Me gusta mi carrera, no debería irme ahora si no quiero perder el año. Una parte de mi quiere quedarse por el simple hecho de no perder tiempo y avanzar en mi afán de ser un artista íntegro, además de conservar el día a día con el maravilloso grupo de compañeros que tengo este año. La otra parte, la que corre libre como el viento, quiere irse, hacer un viaje sin destino, sin tiempo, un viaje al interior. Pero debe ser acompañado por el viaje externo, en esa forma de fijar los conocimientos que llamamos experiencia.
¿Debo estudiar para ser un artista íntegro? ¿Debe ser ahora? Tal vez el viaje me abra las puertas a un mundo de posibilidades, a seguir mi leyenda personal, a dejar las dudas de lado y avanzar en mi camino, reencontrarme con mi verdadera esencia y olvidar a este intruso que escribe en mi nombre.
martes, 17 de mayo de 2011
Viaje austral
El viaje está por llegar. La música nativa me trae imágenes, recuerdos tal vez, de las montañas bajo el sol, la piel morena de una mujer, los colores vivos de las vestimentas. Rituales nocturnos, pircas y cantos, trenzas negras y noches estrelladas. Beso nuevamente al café, nexo espacio-temporal, me lleva a un futuro cercano. Noroeste argento con el frío invernal que congela por fuera pero calienta por dentro con el fuego humano de los pueblos serranos. Personas sabias que aprendieron de la naturaleza; son mis padres, mis abuelos, mis hermanos. Un hilo nos une desde el centro, flexible, sin cortarse jamás. Al acercarnos, el hilo se tensa y comienza a vibrar más alto, a velocidades astronómicas y ya no puedo contener las lágrimas que riegan esta tierra nuestra, tierra viajera dueña de todos los sueños.
viernes, 13 de mayo de 2011
Orbitando sentidos
Mi yo está en algún rincón de mi cabeza. Se siente grande ese espacio, soy una idea orbitando mi mente. Todo se va desvaneciendo, se siente cada vez más lejos, más, como quien se pierde en el horizonte. Una parte de mi se queda pero a la otra se la lleva el río, medio vivo, medio muerto. No podría asegurar nada, es más bien un estado intermedio entre ambos, con los sentidos distorsionados, fragmentados, pixelados. No me decido si esto es malo o bueno, tal vez no es ninguno de los dos. Irse de si mismo, despegarse. Es todo lo que anhelo, sin embargo lo escribo y parece alguien desorientado en una espiral hacia la perdición. ¿Qué emoción motiva a escribir? Tengo razones para los dos bandos, por un lado la oscuridad que siempre estuvo presente, que aflora en momentos de crisis; por otro lado la luz que vengo cultivando hace tiempo y que me da respuestas, la comprensión de ello, de la no intencionalidad.
Pero lo que me lleva a escribir hoy es esa sensación en mi cabeza, esa cosa granulada que me da cosquilleos y me hace percibir de otras maneras, manteniéndome neutro. La cabeza flotando en el mar de las sensaciones, yo orbitando en mi cabeza. Esta vez no hay explosiones, tampoco lluvia. No hay risas, no hay pensamientos. No hay sol ni nubes. Nadie está al mando del timón. Sin embargo el barco se mantiene firme en una dirección. Ello lo maneja.
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lunes, 9 de mayo de 2011
Viviendo entre pulpos y aderezos
Meto las manos en los bolsillos y comienzo a caminar. Con trancos largos y anchos, una sonrisa insana y ojos arqueados voy saludando a todos los que me miran y me señalan como si tuviera un pulpo en la cara. "Es mi mascota" les digo. Nadie quiere a Pierre. Es un buen pulpo, se lleva bien con Pandora, la mostaza. Yo se que vos estás pensando "es muy difícil que pulpos y mostazas se lleven bien", pero estos dos son muy compañeros. Incluso se cuidan en las noches en las que debo dejarlos para mis trotes nocturnos por el hipódromo. Es un excelente lugar para descargar energías, el problema es que después tengo que enchufarme en un árbol para recargar baterías. A veces me encuentro con amigos y jugamos al fútbol con mi cabeza, otras veces cuando va Arnold jugamos al rugby. Helga es la primera en estar allí, anotando un touch down. Por supuesto yo le digo, tirando los hombros hacia atrás y con voz sobradora "esto es rugby. Las anotaciones se llaman pestañas". Ella me mira con cara de ¬¬ y golpea mi brazo con todas mis fuerzas. Menos mal que no soy un zombie, sino tendría que meter el brazo en la mochila para pegarlo en casita. De pronto se me apetece un jugoso cerebro, pero recuerdo que los supermercados cierran a las 22. "Otra vez será" pienso.
Vuelvo a casa. En una carretilla voy llevando mis piernas, más bien la carretilla me lleva a mi. Yo voy remando con hisopos, debo hacerlo muy rápido para no perder la estabilidad. De pronto recuerdo... la colina abajo! Me aproximo peligrosamente a las cataratas, ya es tarde, la corriente me empuja y caigo al remolino. El agua ingresa velozmente a mi cuerpo hasta llenarlo completamente. Por fortuna un cazador me disparó desde la selva, confundiéndome con un puercoespín. Se sabe que su carne es muy codiciada en Suecia. El agua comenzó a escapar por los agujeros, desinflándome y dejándome como un cachorro mojado. Le doy las gracias como es debido al forastero y vuelvo a subir a mi carretilla. Al llegar a casa los veo, el pulpo y la mostaza abrazados a los pies de la heladera. Momento, ¿están haciendo cucharita? Bueno, un integrante más a la familia. Tendría que haberlo deducido, hierro fundido, aleaciones, los pedazos de plástico, el torno y la mostaza terminando de ensamblar una bella cucharita para el té.
jueves, 5 de mayo de 2011
No compras, Noventas
Aires noventeros me despeinan y me dibujan una sonrisa. Música feliz, o será que me recuerdan momentos de plenitud, en donde la única preocupación era cual sería el próximo juego. Navidades llenas de alegría, la magia de Papá Noel, la familia unida y el cielo iluminado por los fuegos artificiales. Mañanas de escuela, entre risas y aprendizajes, tardes de fútbol en el Parque Las Heras, noches de calor familiar y dulces sueños.
Noventas que me hacen sentir bien, me liberan endorfinas. Golosinas nostalgiosas, descubrimientos increíbles, la vida como una aventura. Olores exquisitos, el pasto recién cortado, la tierra mojada, el salón de música, el olor dulzón de la plastilina, la madera de los muebles, el aroma inconfundible del Jacarandá. Texturas de plaza, los palos borrachos con sus algodoncitos, panaderos volando por los aires, chicos en rollers, bicicletas y calesitas. Juegos inventados, correr hasta no dar más, como probando hasta donde responde el cuerpo. Cansancio inexistente, energía infinita.
miércoles, 4 de mayo de 2011
Preludio del Sabio 3 Dedos
Encontrando de a poquito el equilibrio, centrándome, simetrizándome. Voy pareciéndome un poco más a mi, el reflejo va asimilando la forma. Naturaleza. Maybe a lake. Tirás una piedra y las ondas que se van propagando, hasta que llegan quien sabe a donde. Júpiter, tal vez, o Marte. Un cinturón entre ellos, uno de tachas, sistema metalero. El sol en la cabeza, la luna en el pecho, y un montón de asteroides a los pies, como canicas para resbalar hasta caer, o avanzar más rápido. Depende de la suerte... jajajajaaja ok, si, "suerte".
-Qué demonios te pasa?
-Nada.
-Cómo que nada?
-Nada, te digo.
Y como es el soberano de la blogósfera, tuve que largarme inside the lago. Los peces saltaban a mi alrededor, como Willy en liberen a Willy. Como Charlie en su fábrica. Como Pancho por su casa. Como un pancho sin mostaza. Está rico. Aunque como bien decía un sabio contemporáneo: "el hip hop es como un pancho, pero sin pan", o algo así. Nunca entendí como ese sabio no solo quedó en el más absoluto anonimato, sino que además le quedaron solo 3 dedos. Las cizallas son muy peligrosas, pero no fue así como este don se mutiló. Es algo que no tiene nada que ver con cizallas o elementos cortantes de esa índole. En serio, basta. BASTA, DIGO!
La cosa fue así: un día, en la lejana región de Salmuera, en el reino de Tos Convulsa (o con blusa, aún hay divergencias entre los historiadores), había un sabio que andaba siempre con bata, pantuflas sexies y una pipa de burbujas. Lo llamaban "el loquito del pueblo", nunca supe porqué. Este señor se sentaba en la piedra más hermosa que hayas visto, en un lugar privilegiado. Desde allí podía verse toda la ciudad, se veía cómo las personas pasaban y paseaban de aquí para allá, cumpliendo con sus deberes cívicos, morales y perez. El chabón le sacaba la ficha a todos, era como Terminator. Incluso tenía un ojo rojo, y no era por el faso (recordará el lector que el don fumaba burbujas, que se piensa, que son todos como usted?). En el fatídico día que viene al caso, un barco terrestre se acercó hasta la piedra en donde se sentaba nuestro protagonista, y con voz de pito el barco preguntó:
-Aquí venden tablas periódicas?
-No.- dijo el sabio.
-Ah bueno, chau - dijo el barco.
-No, pará pará, era una joda, bah, en realidad era una prueba. Pero la pasaste, veo que te han instruido bien. Tenés las burbujas? - preguntó el hombre.
-Por su pollo - contestó la embarcación, mientras le entregaba un cofre lleno de brillantes burbujas multicolores.
-Excelente - dijo
Al abrir el cofre, una sorpresa le esperaba. El pulpo Paul había regresado! En menos de lo que canta un chicken le arrancó el anular, el medio y el pulgar, con chorros tarantinescos decorando el lugar.
-¡Esto es por comer mariscos en Puerto Madero! - exclamó Paul. - ¡Uno de esos mariscos era mi prometida! - agregó.
-Ahhh, pero yo no hice nada, es más, todavía faltan siglos para que se invente Buenos Aires! - dijo entre lágrimas de dolor el sabioloco.
-Oh, ya veo.. perdón entonces... creo que me soltaron muy tempranamente... estem... creo que me voy a Alemania a ser el sucesor de Nostradamus - dijo el pulpo y se evaporó, dejando un halo de misterio en el ambiente.
El sabio quedó solo y malherido, el barco sin saber que hacer ante tal error levantó su cubierta cual vestido acampanado y sigilosamente se fue alejando para luego echar a correr. Totalmente desolado, sollozando compulsivamente, el sabio y su reputación quedaron allí, en la piedra más hermosa que hayas visto, marchitándose lentamente mientras la cámara va alejándose y se escucha una lastimosa melodía de violines.
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