miércoles, 10 de agosto de 2011
La mente que quería ser un globo
Salgo a caminar por la cintura cósmica del sur, bien al sur, donde las costillas se llaman zanguango y los vientos vienen siempre del norte. Saco a pasear mi mente como si fuera un globo de helio, corro libre como el cerdo, que toma margaritas en la taberna de Joe. La correa se cortó y la mente sobrevoló la ciudad cual dragón en año nuevo chino. Como no podía ser de otra manera, se metió en el circo del Señor Bungle, donde los malabares se hacen con elefantes, que a su vez largan fuego con la boca para encender el cañon del hombre bala que sale despedido por los aires buenos de la ciudad. Los monociclos motorizados utilizados por los enanos que avanzan a toda marcha hasta los confines del aura magna que todo lo contiene y todo lo ve, como un gran hermano omnisciente disponiendo lo que deben hacer los Trumancitos. Sims viviendo el libre albedrío de una manera muy maktub, Roberts de Niros y Susans Sarandons siguiendo al pie de la letra el libreto asignado, maravilloso guión de pelicula independiente ganadora del oso de plata. Los simios que regalan su baile a los murgueros rioplatenses, ávidos de trucos nuevos. Gente señalando árduamente hacia el agua, la sudestada no tarda en llegar y bañar a todos los comensales de Puerto Madero, monóculos por aquí, monos por allá y... bueno. Si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches.
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