lunes, 29 de octubre de 2012
El brillo oscuro de tu voz
Que curioso... últimamente andas muy cerca mío.
Yo te puse atención desde el principio, es que vos tenés ese halo de misterio que es imposible de pasar por alto, esa personalidad arrolladora y supermasiva que genera todo un campo gravitatorio alrededor tuyo.
Pero sos distante. Siempre lo fuiste. Creo haber escrito un par de veces sobre vos, como si realmente te conociera. ¿Qué tienen que ver los amores platónicos? Si yo a vos, a vos te conozco, vos me conocés de antes. ¿No estuvimos juntos una vez o dos?
"Sólo en sueños" dice el Piti, el bueno, el de las letras poderosas. Suena como una sincronía cósmica, sabía que yo estaba escribiendo esto y mandó esa letra, sólo para este momento.
Yo acá escuchando música demoledora, con mis dedos enterrados en el pelo multicolor, el vórtice estomacal, los objetos circundantes moviéndose para todos lados, girando, queriendo hacerme creer que estoy enloqueciendo, aceleran, los blancos insoportables de ese lienzo que me mira, un limón perdido, siguen orbitando, el azul vibrante de la lapicera que satura mi vista, me enjuaga los ojos, sigue castigándome por pensar en vos, vos y tu eterna oscura vestimenta, vos tan dark, vos tan fría, vos siempre tan lejana, pero cada vez más cerca. Te puedo oler. Se que estás llegando, escucho tus pasos acercándose a la puerta. ¿Te crees que no me daba cuenta? Si el jueves te vi en el museo, vos no sabías pero yo te vi, agazapada entre las esculturas. Te vi el otro día en la facultad, te vi en el parque, te vi por la calle Tucumán, incluso te vi espiando en mi casa. Y ahora sacas tu llave, la que te dí aquella vez, estás inmutable, pero con la mirada segura. En cierto modo yo también te estaba esperando, el reencuentro que tantas veces temí pero que tantas veces ansié también. Nos miramos fijamente, casi sin parpadear, hasta que el brillo de tu hoz me encegueció.
Etiquetas:
Las Pastillas,
Muerte,
Paradoja,
Sueños
Suscribirse a:
Entradas (Atom)