miércoles, 10 de febrero de 2010
Banda de Moebius
Nacimiento. Muerte. Nacimiento otra vez. De donde surgen las palabras? Será que tienen tanto que decir que necesitan manifestarse a través de agitados dedos ávidos de escribir, con la sed de quien tras haber cruzado el desierto llega al oasis para
descubrir que la refracción y la óptica le jugaron una mala pasada. Casi como morir viendo la orilla, pero no. No porque no era su hora, y con las horas, los minutos se hacen presentes, acompañados por sus fieles seguidores, los segundos. Porque, después de todo, 1 minuto son sólo 60 segundos, así como 60 unidades de minuto alcanzan la hora. Es una recolección de momentos, una suma de presentes que conforman la realidad, y que muchas veces llamamos tiempo. Aunque tiempo nos sobra, o nos falta, nunca conformes con él es nuestro blanco favorito, ya que no le conozco la voz. Vos sabés de lo que estoy hablando, es la manera de expresarse que tiene, y nos sirve, al menos por el momento. No es eterno, hay cosas que simplemente son naturales, y otras que no alcanzan a serlo.
Todo humano tiene un límite, y es por eso que resulta interesante esta raza tan particular, de la que disfruto mucho analizar. Es que son tan complejos, y en esa complejidad puedo ver su simpleza. La expresión, la pasión con la que desarrollan su arte, se alinean con la fuente original, identificándose con ella, y subiendo un peldaño más, que es subir y bajar a la vez, es derecha e izquierda, expandirse y contraerse, porque de eso se trata, alcanzar todo y, al mismo tiempo (por decirlo de alguna manera), la nada misma. Que es la nada? Eso. Y todo a la vez. "La ausencia del todo". Existe la nada? La nada es el todo mismo, por la misma razón que el destino y el libre albedrío son las dos caras de una misma cosa, o mejor dicho, la única cara. Una banda de Moebius, una botella de Klein, un cuadro de Escher. Las mismas partes de un todo, del cual sos parte, y a su vez es lo que sos. Polvo de estrellas, un átomo. Materia y antimateria, energía infinita. Somos nuestros pensamientos y lo que irradiamos al exterior. Las palabras que pronunciamos, que escribimos, es la forma de expresarse que encontró, que encontramos, para esparcir todo nuestro conocimiento adquirido y por adquirir. No será para siempre, es necesario que así sea, un cubo no puede plasmarse en todas sus dimensiones en un plano, un cuadrado no puede dibujarse en altura nada más. Los sentimientos no pueden expresarse con palabras, cada cual tiene que experimentarlos por su cuenta, y depende de cada uno que así sea. Nuestra permanencia debe ser aprovechada, vivir a través de nuestros cuerpos, mentes y almas. Al fin y al cabo, es la forma que encontró para manifestarse.
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