viernes, 29 de octubre de 2010
♪ Al auto de mi jefe se le pinchó una goma ♫
Oh seee... un pollito en una licuadora, el hijo de un oso panda transexual y una anciana austrohúngara, un dedo señalándote como si vos, sí, vos, hubieses destruído ese flamante Rolls-Royce de tu jefe que comienza a desesperarse mientras lentamente se le va hinchando el ojo izquierdo, y vos pensas "que reviente, que reviente", y él te mira como si te leyera la mente, pero te das cuenta que lo dijiste en voz alta, sus ojos se desorbitan acercándose a tu deseo y a tu cuello mientras el grito paranoico de tu jefe hace sangrar tus oídos, vos muy tranquilo te metes la mano en el bolsillo, él y sus garras afiladas, vos removés como buscando algo, él y sus dientes, filosos, brillantes colmillos próximos a morderte, vos que por fin sacas el alfiler que revienta ese ojo izquierdo de tu jefe, bañando en sangre el Rolls-Royce que ahora es rojo, ronronea, te invita a subir, arrancás y con mucho estilo pasas a buscar a tu prometida en blanco y negro, hija de inmigrantes austrohúngaros y un oso bronceado, mientras le servís un rico licuado de frutilla sabor pollo.
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