sábado, 27 de marzo de 2010

Como la H



Tan impersonal. A ustedes les pasa? De golpe, PUM! Te sentís desde afuera, ya no sos vos, o si, pero diferente. Es como si tu verdadero yo sintiera el disfraz de carne en el que estás, pero a su vez sos vos. Tan efímero, pero suficientemente largo como para desconcertarte. Qué fue eso? De chico me pasaba todo el tiempo, especialmente si me miraba al espejo. No podía mantener mi vista mucho tiempo sobre mi reflejo, es como si descubriera la verdad, que era una especie de manifestación. Y me preguntaba: Quién soy yo? Quién es el que está en el espejo? Por qué me identifico con él? No es del todo yo, pero en parte lo es. Con el tiempo esta sensación fue disminuyendo en número, ya no ocurría todas las semanas, pero sin embargo era recurrente. Tal vez te haya pasado, especialmente en los primeros años de tu vida en los que ves claramente, pero que te enseñan a "comportarte", no vayan a creer que estás loco. De chicos es cuando toda la incoherencia tiene sentido, en donde los sueños son realmente posibles y la locura es lo más normal del mundo. Deberíamos aprender de ellos, de nuestro propio niño interior, que aprendimos a no escuchar. Yo sé que vos tuviste tu flasherismo, que no compartís tal vez por vergüenza o temor a que te cataloguen de loco. Es como decía Beto Einstein, "No se si soy yo o los demás que están locos". En la locura residen las respuestas, ese barrio en blanco y negro en el que las aves vuelan en el mar y los peces toman su té de las 5 con su periódico, su monóculo y sus pastelillos.



Al leer mi nombre en un CD me pregunté: "Quién es Gustavo?" Por alguna extraña razón me pareció totalmente incoherente, la misma extraña razón que me impedía mirarme mucho tiempo en el espejo. Un ser impersonal, fuera de mí mismo, como en un viaje astral, o en los sueños en que te ves en tercera persona y a su vez podés sentir todo lo que te pasa. Así somos, desde adentro y desde afuera. Ya me ha pasado en un sueño, tan vívido que casi puedo asegurar que no lo fue. No recuerdo haber estado dormido cuando sentí esa presencia en la habitación, pero mi cuerpo no se movía ni se daba vuelta para averiguarlo. Algo estaba suspendido sobre mí, qué es? Soy yo, tan ligero. Floto. Frente a frente, como en un espejo, ese "otro yo" suspendido sobre mí. O mi "otro yo" es el que está acostado? Soy ambos, y siento por los dos. Es esa la presencia? Uno de mis tantos sueños vívidos, que no puedo asegurar qué tanto pasó en realidad, se encuentra en el límite. Al menos es mejor que sea así y no cuando uno tiene la certeza de estar despierto, como aquella vez en que caí de aproximadamente 4 pisos y que sin embargo allí estaba yo, de pie, en el balcón.

1 comentario:

  1. Hola Gustavo !
    Estuve leyendo tu experiencia, y exactamente me pasa lo mismo.
    He tenido esa sensación de no saber quien soy al mirarme al espejo, como si fuese alguien extraño, pero a la vez tiene algo de mi, como si el cuerpo fuese prestado y yo estoy atrapada en él. En pocas palabras, tal cual tu descripción.
    Gracias por compartirla, me hace sentir de alguna forma un tanto comprendida.
    Saludos !

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